viernes, 13 de abril de 2012

BREVE RESUMEN DE HISTORIA

El 14 de abril de 1931 se proclamó en España la II república, ésta llegó tras la descomposición del régimen dictatorial-monárquico encabezado por Primo de Rivera y Alfonso XIII. El pueblo español, harto de la monarquía y la aristocracia reinante, tenía grandes esperanzas en la república, como la reforma agraria y la justicia social.

Durante el primer bienio (1931-1933) el gobierno socialista fue incapaz de llevar a cabo una reforma agraria que satisficiese al campesinado español, como tampoco fue capaz de poner en práctica sus ideales de justicia social, de esta forma y gradualmente se fue extendiendo por toda la península el fenómeno insurreccional. Los insurrectos proclamaban la revolución social, que en cierto modo no era otra cosa que lo que los socialistas prometían desde el gobierno, la reforma agraria y justicia social (en realidad los insurrectos iban bastante más lejos, siendo su objetivo la instauración del comunismo libertario). La respuesta del gobierno no fue otra que la represión, dejando para la historia sucesos penosos como los de Arnedo y Casas viejas.

Ante este descontento totalmente justificado, en las siguientes elecciones triunfaron las derechas, ya que gran parte del populacho español no se quiso dejar engañar nuevamente por los socialistas e izquierdistas parlamentarios que prometían y prometían pero no actuaban a favor de sus votantes. De esta forma se instauró en el poder la CEDA, la represión aumentó y desde las instituciones se comenzó a deshacer todos los pequeños cambios que el anterior gobierno había llevado a cabo. Es de resaltar en este período la revolución de Asturias (octubre 1934), que únicamente pudo ser derrotada a base de represión y aislamiento, la operación militar encargada de mitigar la revolución fue llevada a cabo desde Madrid por el propio Franco, hubo alrededor de unos 3.000 muertos y 6.000 heridos.

Se acercaban las elecciones de 1936, la conflictividad social había aumentado y el problema político se había polarizado. Los izquierdistas parlamentarios, unidos en el frente popular aprovecharon el descontento que había generado el bienio radical-cedista para hacer campaña, y para asegurar el voto de la gran masa anarquista española propusieron una amnistía para los presos políticos (30.000 aprox). Llegadas las elecciones de febrero triunfó el frente popular. El nuevo gobierno, temeroso del ejército y la derecha más reaccionaria, pero más temeroso aún del proletariado y campesinado revolucionarios, trató de ganarse la simpatía de militares y aristócratas.

De esta forma, esta república burguesa se vio condenada a un fracaso estrepitoso, ya que pudo haber prevenido un golpe de estado que muchos en las calles sabían que se fraguaba tras la derrota en las urnas de las derechas. Aún teniendo informes oficiales que daban constancia de la preparación del golpe de estado (hasta se conocía la fecha aproximada), el gobierno decidió no solo omitirlo, sino también ocultarlo hasta el último día, desmintiendo el mismísimo día 17 de julio la existencia de una sublevación en Melilla. Sólo y ante la evidencia, el pueblo español a través de sus organizaciones no gubernamentales y revolucionarias, fue capaz de asistir a una república moribunda  que no quería defenderse, pagando el altísimo coste de los errores del gobierno con su sangre, errores como el retraso de la entrega de armas al pueblo hasta el día 18 por la noche, por la negación por parte del gobierno de la existencia de golpe de estado alguno o no haber mantenido a raya a algunos de los mandos militares cuya traición se conocía expresamente por temor a represalías. Por ello, gran parte del pueblo español desde aquel momento empezó no a luchar en defensa de la república, sino en defensa de la revolución social que estaban llevando cabo, revolución social por la que actualmente debemos luchar.

“En todos los conflictos políticos de la historia de España, hubo distintos vencedores, pero un sólo vencido, el pueblo trabajador”