Hace bien poco escuchamos a Cayo Lara decir que con las medidas adoptadas por el actual gobierno del partido popular estamos sufriendo una “involución democrática”, un gran retroceso en cuanto al estado del bienestar se refería. Así mismo se pronunciaron otros políticos de la izquierda parlamentaria pertenecientes a partidos como IU, PSOE…
A nuestro entender no estamos sufriendo ninguna “involución democrática”, sino que estamos viendo la otra cara de lo que ellos llaman democracia, la misma que firmaron y legitimaron mediante los pactos de la Moncloa en 1978. ¿Cómo pueden llamar democracia a un sistema económico que se rige por el capitalismo más salvaje?, ¿acaso puede existir democracia en un sistema en el que el beneficio del gran capital está por delante del bienestar de los individuos que componen la sociedad que forma dicho sistema?
La defensa férrea del estado del bienestar que llevan a cabo estos partidos políticos es la prueba de que ellos no buscan el bienestar y la justicia sociales, se conforman con un estado del bienestar que permite que la gente viva ajena a lo que los políticos traman en los parlamentos, congresos, ayuntamientos… como venía pasando en los últimos años, en los que los telediarios se sucedían día tras día sin pena ni gloria mientras veían como engordaba la sección de deportes o lo más interesante que ofrecían era la previsión meteorológica. Al fin y al cabo la crisis que padecemos es producto de la democracia de la que “disfrutamos” desde el 78 en connivencia con el capitalismo internacional y sus “democracias”. Hasta ahora, gracias a que la mayoría de la población no ha tenido carencias en cuanto a sus necesidades básicas (en los países denominados desarrollados), los políticos han podido urdir sus planes en los centros de poder mientras el grueso de la población vivía prácticamente ajeno a todo ello e incluso sin ver relación directa entre sus condiciones de vida y la actividad de “nuestros representantes”, ignorando su actividad mientras se satisfacían con las miserias del consumo desenfrenado e irracional acompañado de un agradable y cómodo circo capaz de llegar hasta el sofá de cualquier hogar a través de la caja tonta. De repente la crisis entra en escena, la gente empieza a volver a escuchar y valorar lo que dicen los políticos, pues ahora al no poder consumir tranquilamente porque no hay excedente y les es difícil llegar a fin de mes parece que vuelve a importar la actividad que desarrollan estos parásitos. ¿No es el estado del bienestar el que ha permitido que acabaran con la conciencia de clase, no es el mismo estado del bienestar el que ha conducido a la desmovilización e inutilidad de la clase trabajadora que actualmente es incapaz de organizarse, salir a la calle y defender “sus derechos”?
Pues bien Sr. Lara y cía. nosotros no queremos salir juntos de esta crisis, y tampoco queremos volver a la senda del crecimiento para consumir desenfrenadamente mientras se devastan nuestros recursos naturales como si nada, medio mundo se muere de hambre y nosotros curramos MÍNIMO 8 horitas al día para que al final de mes nos descuenten un suculento porcentaje para mantener la actividad de quienes nos mantienen esclavos bajo el yugo del gran capital y alimentan la maquinaria estatal, por no hablar de los impuestos indirectos y la relación estrictamente directa que mantiene su actividad con el coste de la vida (alimentos, carburantes, tecnología, transportes, servicios…). Nosotros queremos acabar con el capitalismo, plantarle cara frente a frente, llevar la lucha de clases hasta su máximo exponente para derrotarle y acabar con la actual sociedad clasista, que no se rige por los estamentos clásicos (sería relativamente fácil elaborar una tabla salarial que tuviese en cuenta el patrimonio y establecer así los nuevos escalafones), nuestro objetivo es implantar una democracia real, no una patraña representativa. La tercera república que publicitan a bombo y platillo con objetivos meramente electorales en un momento idóneo para ganar terreno en el ámbito político tampoco es nuestro objetivo, una república en la que no hayan un monarca y su corte, nos sabe a poco, porque aún no habiendo monarca, en la república que nos ofrecen seguirían habiendo vividores, y es a ellos a quienes nosotros no queremos en la sociedad futura. Seamos realistas (no de realiza, sino de realidad) y atengámonos a los hechos recientes que prueban que en política todo vale y las mentiras lo que más, las posibilidades de un partido político dependen directamente de su capacidad de engañar, de que la gente crea sus mentiras y para ello no hay nada mejor que una temporada en el banquillo, no pasa nada, si son capaces de mantenerse unidos el pueblo ya dejará de creer las mentiras del adversario así ellos recuperarán su credibilidad, los partidos hoy día apenas tienen militancia, lo que tienen y lo que más desean es cuota de mercado o votantes llámenlo como quieran. Nosotros no pedimos papeletas, pedimos concienciación, consideración, culturización, solidaridad, apoyo mutuo y autoorganización al margen de las estructuras del estado, y por supuesto más que a nadie a la juventud, pues va a ser la que padezca el negro futuro que se avecina y la encargada de generar una nueva sociedad capaz de destruir la actual y sustituirla por una nueva y mejor, no perfecta porque es imposible, pero sí mejor, porque estamos seguros de que es totalmente posible.
A nuestro entender no estamos sufriendo ninguna “involución democrática”, sino que estamos viendo la otra cara de lo que ellos llaman democracia, la misma que firmaron y legitimaron mediante los pactos de la Moncloa en 1978. ¿Cómo pueden llamar democracia a un sistema económico que se rige por el capitalismo más salvaje?, ¿acaso puede existir democracia en un sistema en el que el beneficio del gran capital está por delante del bienestar de los individuos que componen la sociedad que forma dicho sistema?
La defensa férrea del estado del bienestar que llevan a cabo estos partidos políticos es la prueba de que ellos no buscan el bienestar y la justicia sociales, se conforman con un estado del bienestar que permite que la gente viva ajena a lo que los políticos traman en los parlamentos, congresos, ayuntamientos… como venía pasando en los últimos años, en los que los telediarios se sucedían día tras día sin pena ni gloria mientras veían como engordaba la sección de deportes o lo más interesante que ofrecían era la previsión meteorológica. Al fin y al cabo la crisis que padecemos es producto de la democracia de la que “disfrutamos” desde el 78 en connivencia con el capitalismo internacional y sus “democracias”. Hasta ahora, gracias a que la mayoría de la población no ha tenido carencias en cuanto a sus necesidades básicas (en los países denominados desarrollados), los políticos han podido urdir sus planes en los centros de poder mientras el grueso de la población vivía prácticamente ajeno a todo ello e incluso sin ver relación directa entre sus condiciones de vida y la actividad de “nuestros representantes”, ignorando su actividad mientras se satisfacían con las miserias del consumo desenfrenado e irracional acompañado de un agradable y cómodo circo capaz de llegar hasta el sofá de cualquier hogar a través de la caja tonta. De repente la crisis entra en escena, la gente empieza a volver a escuchar y valorar lo que dicen los políticos, pues ahora al no poder consumir tranquilamente porque no hay excedente y les es difícil llegar a fin de mes parece que vuelve a importar la actividad que desarrollan estos parásitos. ¿No es el estado del bienestar el que ha permitido que acabaran con la conciencia de clase, no es el mismo estado del bienestar el que ha conducido a la desmovilización e inutilidad de la clase trabajadora que actualmente es incapaz de organizarse, salir a la calle y defender “sus derechos”?
Pues bien Sr. Lara y cía. nosotros no queremos salir juntos de esta crisis, y tampoco queremos volver a la senda del crecimiento para consumir desenfrenadamente mientras se devastan nuestros recursos naturales como si nada, medio mundo se muere de hambre y nosotros curramos MÍNIMO 8 horitas al día para que al final de mes nos descuenten un suculento porcentaje para mantener la actividad de quienes nos mantienen esclavos bajo el yugo del gran capital y alimentan la maquinaria estatal, por no hablar de los impuestos indirectos y la relación estrictamente directa que mantiene su actividad con el coste de la vida (alimentos, carburantes, tecnología, transportes, servicios…). Nosotros queremos acabar con el capitalismo, plantarle cara frente a frente, llevar la lucha de clases hasta su máximo exponente para derrotarle y acabar con la actual sociedad clasista, que no se rige por los estamentos clásicos (sería relativamente fácil elaborar una tabla salarial que tuviese en cuenta el patrimonio y establecer así los nuevos escalafones), nuestro objetivo es implantar una democracia real, no una patraña representativa. La tercera república que publicitan a bombo y platillo con objetivos meramente electorales en un momento idóneo para ganar terreno en el ámbito político tampoco es nuestro objetivo, una república en la que no hayan un monarca y su corte, nos sabe a poco, porque aún no habiendo monarca, en la república que nos ofrecen seguirían habiendo vividores, y es a ellos a quienes nosotros no queremos en la sociedad futura. Seamos realistas (no de realiza, sino de realidad) y atengámonos a los hechos recientes que prueban que en política todo vale y las mentiras lo que más, las posibilidades de un partido político dependen directamente de su capacidad de engañar, de que la gente crea sus mentiras y para ello no hay nada mejor que una temporada en el banquillo, no pasa nada, si son capaces de mantenerse unidos el pueblo ya dejará de creer las mentiras del adversario así ellos recuperarán su credibilidad, los partidos hoy día apenas tienen militancia, lo que tienen y lo que más desean es cuota de mercado o votantes llámenlo como quieran. Nosotros no pedimos papeletas, pedimos concienciación, consideración, culturización, solidaridad, apoyo mutuo y autoorganización al margen de las estructuras del estado, y por supuesto más que a nadie a la juventud, pues va a ser la que padezca el negro futuro que se avecina y la encargada de generar una nueva sociedad capaz de destruir la actual y sustituirla por una nueva y mejor, no perfecta porque es imposible, pero sí mejor, porque estamos seguros de que es totalmente posible.
LA VÍA PARLAMENTARIA ESTÁ MÁS QUE AGOTADA Y DESACREDITADA POR SÍ MISMA, POR UN CAMBIO EN LA SOCIEDAD REAL Y ESTRUCTURAL BASADO EN CAUCES AUTOGESTIONADOS.
Juventudes Libertarias Elche y Vega Baja
